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martes, 18 de mayo de 2010

Y ese mar que tranquilo te baña...


Mayo es el mes del mar. Sin embargo, la importancia de nuestros 4.300 kilómetros de costa no sólo radica en el episodio histórico del Combate Naval de Iquique. Y es que nuestras aguas son fuente inagotable de recursos, en medio de un escenario lleno de hallazgos, contiendas, navegantes y poesía.

Cuentan los científicos que la vida se inició en el mar. Que cuando apenas se estaba formando la Tierra, el Mar la abarcaba por completo; no permitía que sobresaliera ninguna montaña de tierra. Sin embargo, cuando se presentaron las glaciaciones, las aguas se fueron concentrando en lugares determinados hasta dejar superficies de tierra al descubierto...

Allí, los investigadores han encontrado - como fósiles - las huellas del oleaje sobre las rocas, depósitos de agua salada y un sinnúmero de esqueletos y conchas. Estas tierras emergidas forman los actuales continentes, las islas grandes y los islotes, y comprenden el 30 % de la superficie terrestre. El resto es agua: el 70 por ciento de nuestro planeta está cubierto por líquido.

Nuestro Mar ha sido escenario de hallazgos y contiendas, morada de navegantes y espacio de inspiración literaria y artística. Y es que los más de ¡4.300 kilómetros de costa! que bordean nuestro hermoso país, hacen de Chile un país singular. Son muy pocas las naciones que "miran al mar" de la forma que Chile lo hace. De ahí la gran importancia de celebrarlo como se merece: con un mes completo -el de Mayo- dedicado al mar.

Estos más de 4.300 kilómetros de costa están bañados por las aguas del océano Pacífico, como también las costas de nuestras islas oceánicas y parte del territorio antártico. La llamada costa pareja se extiende desde el extremo norte hasta el canal de Chacao, mientras que la costa desmembrada va entre el canal de Chacao y el extremo sur.

Más allá de la historia

El día 21 de mayo es una fiesta para el pueblo de Chile. Este día conmemoramos el Combate Naval de Iquique, desarrollado, justamente, en el mar, uno de los principales escenarios de la Guerra del Pacífico (1879 - 1883).


Fue el día en que los hombres de la Esmeralda, encabezadas por Arturo Prat, dieron su vida por una causa que les parecía justa y necesaria, en un combate muy desigual contra la tripulación del poderoso Huáscar.

A su heroísmo, se unió el triunfo de la sagacidad y habilidad de los marinos de la Covadonga, dirigida por Carlos Condell, que permitió inutilizar uno de los dos acorazados peruanos: la Independencia.

En ese entonces, el mar era la vía fundamental para el traslado de víveres y tropas, y para la continuación del comercio. Y es por ello que durante el mes de mayo nuestro país rinde homenaje a uno de nuestros tesoros más preciados: el mar chileno.

Pero más allá de las razones históricas, nuestro mar es fundamental. Está lleno de recursos que el hombre puede aprovechar para subsistir, y no sólo en el campo alimentario.

Por la gran extensión de mar que tiene a su alrededor, Chile es un país privilegiado en este aspecto. Los recursos pesqueros de que dispone no sólo son una fuente de alimento para la población, sino también para la exportación.

Y como nuestro mar es fascinante, y nunca nos deja de sorprender, los recursos pesqueros que nos entrega son autorrenovables, lo que quiere decir que si los seres humanos no atentamos de manera irracional contra las especies, ellas pueden constituir una fuente inagotable de abastecimiento para las futuras generaciones. Lo mejor: estos recursos están allí, listos para ser recolectados.

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